Imagen promocional del episodio 13 del podcast ‘Ocurrencias, las cartas de Enrique Stuyck’, titulado ‘A por hilo’. El diseño presenta una gran espiral amarilla que enmarca el título en el centro, con una tipografía combinada en negro, verde y naranja. A la derecha, se incluye una ilustración en blanco y negro de un hombre sonriente recostado sobre una almohada. El logotipo del podcast aparece en la parte inferior izquierda.

Aporhilo

En este nuevo episodio de Ocurrencias, las cartas de Enrique Stuyck, titulado ‘Aporhilo’, el protagonista indiscutible es algo que todos poseemos pero que no siempre sabemos usar con acierto: los sentidos. Enrique nos invita a reflexionar, desde su particular punto de vista, sobre aquellos sentidos que van más allá del olfato, la vista o el oído.

Hablamos del sentido del humor, del sentido del ridículo… y también del sentido de la felicidad.

La primera carta que se recoge en este episodio, “El sentido del humor”, es un testimonio íntimo y entrañable sobre el legado emocional que Enrique desea dejar a sus hijos: ninguna deuda, muchas sonrisas y la capacidad de reír, incluso en las peores circunstancias. Una carta que pone en valor el humor como refugio y medicina frente a la adversidad.

La segunda carta, “No se me ocurre nada mejor que ser feliz”, nace de una conversación inspiradora con un viejo amigo, Miguel Ortiz, a quien también escucharemos en el episodio. En ella, Enrique profundiza en el verdadero significado de la felicidad, lejos de las definiciones vacías o el optimismo impostado. Una carta escrita con la sabiduría que da la experiencia y la sencillez de quien ya ha aprendido que lo esencial no siempre se dice en voz alta.

Y como guinda, una tercera carta dedicada a «El sentido del ridículo», donde se mezcla la ironía, la crítica política y una mirada lúcida hacia quienes, por falta de ese sentido, se empeñan en representarnos.

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Un proyecto presentado por el propio Enrique Stuyck, con la producción y edición de sonido de Jorge Marín de EOVE Productora, branding e identidad visual de Samuel Ferrer de KINTON Brands y las locuciones de Aránzazu San Ginés.